lunes, 14 de octubre de 2013

Bienvenidos al blog

Soy un fan de la NBA, y de esta afición debo mucho a dos cracks como son Andrés Montes (DEP, genio) y Antoni Daimiel. Bajo sus comentarios comencé a disfrutar de esta competición viendo los partidos del plus en aquellas tardes de viernes de la mitad de la década de los 90. Por aquellos tiempos los Chicago Bulls eran claramente el rival a batir, consiguiendo establecer su propia Dinastía en dicha década, ya que sus seis campeonatos de la NBA los lograron en esos años (91, 92, 93, 96, 97 y 98).

Puede que a consecuencia de lo anterior, lo que lógicamente lleva implícito cierto "ventajismo", decidí convertir a la franquicia de Illinois en mi equipo predilecto de esta competición. No obstante, debo reconocer que también tuvo mucho que ver el hecho de que dentro de su plantilla hubiera un jugador, que portaba el 23, el cual hacía cosas que me parecían increíbles (y aún a día de hoy me lo parecen). Está claro de quien hablo: del gran, único, inigualable e inimitable (a pesar de los múltiples intentos) Michael Jordan.


Tal y como acertadamente puntualiza Antoni Daimiel en su libro "El sueño de mi desvelo" (lectura obligada), <<hablar de Jordan significa tratar el caso del primer deportista global de la historia>>. Y no le falta razón, en tanto en cuanto Michael Jordan logró reunir por sí solo varias condiciones en principio inalcanzables para un deportista en aquellos tiempos: jugador franquicia de un equipo campeón de la NBA, MVP de la competición y héroe de millones de personas gracias a la mayor difusión de la NBA y de las nuevas vías de comunicación.

No me detendré mucho más en el análisis de Jordan, merecedor de un post en un futuro muy cercano, pero dado que mi intención en este momento es la de presentar el blog, trataré de avanzar en dicha pretensión, analizando la historia de los Chicago Bulls que yo he conocido.


La estructura de los Bulls de los seis anillos se fundamentó básicamente en Jordan y Scottie Pippen, complementados por buenos tiradores (como B.J. Armstrong o Steve Kerr), y "centers" con rebote (Rodman) y buena mano (Longley). Y cómo no, Toni Kukoc, quien fue un gran apoyo para lograr los últimos tres campeonatos.  Toni Kukoc fue drafteado en 1990 por los Bulls con el número 29 (segunda ronda), pero no llegó a la NBA hasta la temporada 93/94, con 25 años, cuajando una buena temporada y entrando en el segundo equipo Rookie de la liga. En la temporada del cuarto título de los Bulls (95/96) sus prestaciones subieron enormemente, siendo designado mejor Sexto Hombre de la NBA. Fue el primer título de la NBA para Toni Kukoc, quien repetiría en las dos temporadas siguientes.


Tras el sexto título de la NBA logrado en 1998 comenzó el "desmantelamiento" de los Chicago Bulls: Phil Jackson dejó el equipo (le sustituyó Tim Floyd), Michael Jordan anunció su segunda retirada, y el resto de pilares del equipo (Scottie Pippen, Rodman, Kerr, Buechler o Luc Longley) fueron traspasados o no renovados siguiendo la nueva política deportiva marcada por Jerry Krause ("General Manager" de los Chicago Bulls en aquel momento) consistente en deshacerse de los que él consideraba "jugadores veteranos en claro declive" con la intención de hacerse con elecciones altas en futuras rondas del Draft. Toni Kukoc quedó como "jugador franquicia" de los Bulls de la temporada 98/99, a lo que respondió con buenos números. Sin embargo, aquella temporada terminó con un penoso record de 13-37 (temporada a 50 partidos a consecuencia del cierre patronal). En esa temporada, los Bulls acreditaron una anotación media de 81,9 puntos por partido y el 10 de Abril de 1.999, en un encuentro ante los Miami Heat, lograron un record negativo importante, ya que se quedaron en una anotación de 49 puntos. Comenzaba una larga travesía por el desierto para los Chicago Bulls.

Hubo que esperar hasta la temporada 2004/05 para atisbar algo de luz en la trayectoria de los Bulls, y ello a pesar de la elección de potenciales jugadores franquicia en el draft tales como Elton Brand (elegido co-Rookie de la temporada 99/00 junto con Steve Francis), Ron Artest, Marcus Fizer, Tyson Chandler (elegido con el número 2 del draft de 2001 por los Clippers e inmediatamente traspasado a los Bulls a cambio de Elton Brand), Eddy Curry o Jay Williams. Quizá fue determinante la falta de capacidad de convicción hacia los importantes "free agents" disponibles en esas temporadas (como Tim Duncan, Tracy McGrady o Grant Hill) lo que terminó por impedir que esa nueva política deportiva que vio la luz tras el último anillo pudiera fructificar. En 2004 se produjo un cambio de trayectoria bastante positivo: los Bulls se hicieron con Ben Gordon y con Luol Deng en la primera ronda del draft, y con el base Chris Duhon en segunda ronda; además contrataron al "free agent" Andrés Nocioni. Esa temporada los Bulls terminaron con una marca de 47-35, siendo eliminados en la primera ronda de los Playoffs por los Washington Wizards. Por su parte, Ben Gordon fue el primer Rookie en lograr ser designado como "mejor Sexto hombre" de la NBA.


Las dos temporadas siguientes los Bulls también lograron meterse en Playoffs, superando la primera ronda en la temporada 2006/07, en la que barrieron a Miami Heat por un incontestable 4-0. En la siguiente ronda fueron eliminados por los Detroit Pistons.

Y en la temporada 2008/09 llegó el actual jugador franquicia: Derrick Rose, quien fue elegido con el número 1 del draft. Rose finalizaría esa temporada como Rookie del Año, y los Chicago Bulls volverían a meterse en Playoffs, enfrentándose a los vigentes campeones de la NBA: los Boston Celtics. La eliminatoria se resolvió a favor de los Celtics en el séptimo partido (seis de ellos se decidieron tras jugar prórroga), siendo calificada por muchos expertos como la mejor serie de los últimos años.


En la temporada siguiente los Bulls también lograron alcanzar los Playoffs, siendo eliminados en primera ronda por los Cleveland Cavaliers de un tal Lebron James (1-4). Pero es en la temporada 2010/11 en la que da comienzo un nuevo proyecto, esta vez -a mi juicio- mejor pensado que el de 1998, que nos lleva hasta el momento actual, y que nos deja con la sensación de que los Chicago Bulls son serios aspirantes al anillo de campeón. Todo comienza por la contratación de Tom Thibodeau como entrenador y del "free agent" Carlos Boozer (si bien es cierto que en el camino quedó el sueño de unir a la pareja Rose-James). Además, se completó la plantilla con jugadores interesantes, como CJ Watson, Ronnie Brewer, Keith Bogans, Kyle Korver, Ömer Asik, John Lucas III, y los veteranos Kurt Thomas y Brian Scalabrine. En esa temporada, los Bulls consiguieron una marca de 62-20 y Derrick Rose fue proclamado MVP (el más joven de la historia de la NBA). En Playoffs vencieron a Indiana Pacers (4-1) y a Atlanta Hawks (4-2), llegando a las Finales de Conferencia, en las que se enfrentaron al equipo llamado a marcar una nueva Dinastía en la NBA: los Miami Heat de Lebron James, Wade y Bosh. Los Bulls nada pudieron hacer frente a unos Heat muy aplicados en la defensa de Rose, y con un Lebron James espectacular, siendo finalmente superados por una marca de 1-4.

La temporada 2011/12 viene marcada por la idea de continuidad y consolidación del proyecto. Los Chicago Bulls eligieron a Jimmy Butler en la 30ª posición del draft, firmaron al veterano Richard Hamilton, y lo más importante, renovaron el contrato de Derrick Rose por cinco temporadas. Los Bulls lograron nuevamente clasificarse para los Playoffs (50-16, en una temporada de 66 partidos como consecuencia de un nuevo cierre patronal), siendo eliminados en primera ronda por los Philadelphia 76ers (2-4) en una eliminatoria claramente condicionada por la lesión de Rose en el primer encuentro de la serie.

Y finalmente llegamos a la última temporada, marcada de inicio por la ausencia de Derrick Rose, nuestro jugador franquicia. En principio se hablaba de la posibilidad de que pudiera reaparecer para el All-Star Game, sin embargo, conforme avanzaban las semanas los mejores pronósticos retrasaban su reaparición para los Playoffs. Finalmente no sucedió ni una cosa ni la otra y Derrick Rose se perdió toda la temporada, lo que marcó el devenir de los Chicago Bulls que terminaron la temporada regular con un balance de 45-37, clasificándose nuevamente para los Playoffs. En primera ronda se enfrentaron a los Brooklyn Nets, a los que vencieron por un ajustado (4-3). Y llegó el momento de enfrentarse de nuevo a los Miami Heat en una serie claramente condicionada (al igual que toda la temporada) por la ausencia de nuestro jugador franquicia. Miami se llevó la serie, y semanas después el anillo de campeón de la NBA.

Tras repasar la "historia moderna" de los Chicago Bulls puedo matizar la afirmación que realicé al comienzo de este "post", en la que hablaba de cierto "ventajismo" temporal a la hora de hacer de los Chicago Bulls mi equipo de la NBA. Está claro que desde 1998 ha llovido mucho, y ese amor por los Bulls no ha decaído ni un ápice a pesar de la falta de títulos (que no de alegrías) y sobre todo, tras esas nefastas temporadas de "travesía en el desierto" a las que he aludido, en las que el equipo tuvo la dudosa "honra" de acaparar diversos records negativos en la historia de la NBA. Actualmente nos encontramos en una tesitura diferente: un proyecto bien pensado, por el que se ha apostado decididamente (lástima de la decisión de Lebron James), con una dirección técnica de garantías (Thibodeau) y con un jugador franquicia espectacular (Rose) al que acompañan algunos de los mejores jugadores de la liga (Deng, Noah o Boozer).

En este blog trataré de analizar periódicamente la actualidad de los Chicago Bulls, alternando publicaciones relevantes, relativas a la historia de la Franquicia y de sus mejores jugadores (la de Michael Jordan ya la he prometido). Bienvenidos a mi blog, que con el tiempo espero hacer también vuestro. Espero que os guste.

Autor: @conel9juanma
Cuenta de Twitter del blog: @ChicagoBulls_S