sábado, 9 de mayo de 2015

Derrick Rose da la victoria a los Bulls en el último segundo (96-99)



Dicen que cuando te esfuerzas de verdad para superar la adversidad, la vida te termina premiando. Hace unos meses, tras una nueva lesión, fueron muchos los que daban por concluida la carrera baloncestística del MVP más joven de la NBA, Derrick Rose. Anoche recibió un balón con menos de 3 segundos por disputarse y un empate a 96 en el marcador frente a los Cleveland Cavaliers. No dudó en jugárselo: lanzamiento desde más allá de la línea de tres puntos tras un certero bloqueo de Taj Gibson, el balón vuela, pega en el tablero y entra. Victoria para Chicago. Rose corre hacia el banquillo de los Bulls como si nada especial acabara de pasar. Sus compañeros hacen piña y lo felicitan efusivamente. 

Ese balón que recibe Rose para jugársela es mucho más que un simple pase. Es un reconocimiento, una muestra de confianza ciega en él. Una apuesta ganadora frente al destino, frente al padecimiento en ambas rodillas, frente a los agoreros. Ese balón pesaba mucho y aún así no dudo en lanzar a siete metros de distancia. El balón pegó en el tablero cual bofetada hacia los más críticos, como si quisiera desprender toda la rabia acumulada, todo el padecimiento previo a esa jugada, para finalmente entrar, triunfante, en la canasta. No había tiempo para más. Eso decían de Derrick Rose. 


BOX SCORE: 

99 - Chicago Bulls (18+29+27+25): Butler (20), Rose (30), Noah (4), Dunleavy (16), Gasol (6), -cinco inicial-, Gibson (9), Brooks (2), Hinrich (-), Mirotic (12) y Snell (-).


96 - Cleveland Cavaliers (24+25+24+23): Shumpert (8), Irving (11), Mozgov (8), James (27), Thompson (10) -cinco inicial-, Smith (14), Dellavedova (10) y Jones (8). 




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