lunes, 7 de septiembre de 2015

Scottie Pippen: el rookie inesperado


Una dura juventud que le impedía ver el baloncesto más allá de un hobby. Lo que no sabía Scottie Pippen es que ese deporte se convertiría en su tabla de salvación. No fue un jugador destacado en el Instituto, de hecho, su escasa corpulencia provocó que comenzara jugando de base. Sin embargo, su falta de actitud provocó que no destacara especialmente. Todo cambió cuando llegó el momento de pasar a la Universidad. Pippen era consciente de que sin una beca su educación académica habría llegado a su fin, así que se animó a pasar una prueba con la South Arkansas University. A pesar de sus esfuerzos, no resultó seleccionado. Cuando todo parecía llegar a su fin, fue su entrenador del Instituto, Donald Wayne, quien logró que finalmente entrara en la Universidad de Central Arkansas

Pippen creció hasta los 2,03 metros y cogió peso, lo que posibilitó su explosión definitiva en su época universitaria. Se convirtió en un "jugador total": anotaba, reboteaba y asistía con suma facilidad. De hecho, en su último año universitario logró un promedio de 23,6 puntos, 10 rebotes y 4,3 asistencias por encuentro. Estaba listo para dar el salto a la NBA. Sin embargo, el hecho de militar en una universidad "pequeña" no jugaba a su favor. Pippen, sabedor de esta circunstancia, no dudó en participar en un torneo previo al Draft de 1987, que se disputó en Virginia. Allí se confirmó como un jugador con un extraordinario potencial, encandilando a los "scouts" de la NBA que estaban presentes. 

El 22 de junio de 1987, la ciudad de Nueva York acogió el Draft de la NBA. Era el momento de Pippen. El número 1 indiscutible de dicho Draft fue para David Robinson, procedente de la Universidad de Navy, y elegido por los San Antonio Spurs. Finalmente, Pippen fue elegido con el número 5 por los Seattle SupersonicsLos Sonics tenían ese puesto bien cubierto con Dale Ellis y el espectacular Xavier McDaniel. Lo que necesitaban en Seattle era un pívot fajador que le diera un extra al equipo. Y es que la constante en la NBA era entonces construir el equipo desde dentro hacia fuera, es decir, con un center como referencia. No en vano apenas tres años antes, en 1984, Sam Bowie fue elegido como número 2 del draft por delante de Michael JordanAsí pues, los Sonics tuvieron claro desde el principio que Pippen sería una gran incorporación para forzar un buen traspaso. 


Los Chicago Bulls disponían esa noche de dos picks (el 8 y el 10), si bien eran conscientes de que solo un milagro podría hacer caer tan bajo a Pippen. Caras de resignación de Jerry Krause y Doug Collins (en aquel entonces entrenador de los Bulls) al escuchar el nombre de Pippen en el pick 5. Sin embargo, no todo estaba perdido. Segundos después de confirmarse la elección de los Sonics, los Bulls se pusieron a negociar por Pippen. Seattle les pidió a Olden Polynice, un center de 2,10 metros, rocoso pero bastante limitado técnicamente, procedente de la Universidad de Virginia (en la que había promediado 12,1 puntos y 7 rebotes). Los Bulls no dudaron ni un instante y aceptaron la propuesta de los Sonics. Pippen jugaría en los Chicago Bulls que, sin saberlo, estaban muy cerca de comenzar su Legado. Ese fue el inicio de una Historia que comenzó como la de un rookie inesperado, y culminó con un palmares envidiable y con su ingreso en el Hall of Fame de la NBA. 

Redacción | @conel9juanma

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